Confesiones de un comedor de opio
(Manolo Acedo)
Y el alma se torna quebradiza
como cuarzo mal fundido
como opio mal cocido..
te amo.. y se tornan sobre mi piel ríos de amargura
te amo y surgen caudales
llenos de hiel...
Se arriman sobre mi pecho
construyendo dudas celestiales
confrontan mi amor mal herido
que se ha recostado en una pradera de cardos secos
y llora.. al fin mi dolor ausente de ti.
He decidido transgredir mi razón
lanzándola a fueras de mi presidio ciego..
Te necesito.. en mi copa vacía..
en las hojas que aún no lleno..
merodeando los jardines de risas pasadas..
vete de mi! ausenta de mi..a ti! ser distante de ira!
No sueltes de ti mi nombre..
porque en donde sea yo, estas tú..
Aunque escupa veneno a lo sagrado,
y profane nuestras tierras.. transcurridas de momentos.. Vete..
anuncia tu partida al destierro..
Quién mas que tú y yo para entenderlo!
Te besaré los ojos al amanecer.. sé libre!
en tu seductora danza que amenaza el deseo sugerente..
fumaré de la tierra este dolor..
alucinaré lo que se nos fue negado.. y a ti..
a ti te difuminaré en el humo desnuda y ligera.. tropezando en mis labios tibios